Si quieres la paz, prepárate para la guerra. La vieja máxima romana tiene hoy más validez que nunca en Taiwán, la isla independiente ‘de facto’ reclamada por China. En su auge imparable para reemplazar a Estados Unidos como primera potencia mundial, el régimen de Pekín se ha marcado como objetivo irrenunciable, casi sagrado, reunificar este territorio separado del continente desde el final de la guerra civil en 1949. Tras la recuperación de las antiguas colonias de Hong Kong y Macao, Taiwán es la patita que la falta al mapa chino para completar la figura del gallo que tanto enorgullece en este país.
«Ocurrirá tarde o temprano», avisa el presidente Xi Jinping, quien se ha erigido en el líder más autoritario desde… Ver Más