Los periodistas Maria Ressa y Dmitry Muratov se han alzado con el prestigioso Premio Nobel de la Paz 2021, que le ha concedido este viernes el comité noruego, por su labor y sus esfuerzos por salvaguardar la libertad de expresión, que es «una condición previa para la democracia y la paz duradera», en palabras de la presidenta del jurado, Berit Reiss-Andersen.
Ressa (Manila, 1963), es una periodista filipina, responsable y fundadora del portal informativo Rappler y ha sido blanco en los últimos años del presidente Rodrigo Duterte, mientras que Muratov (Samara, 1961), es el editor en jefe del periódico ruso Novaya Gazeta.
«Ellos representan a todos los periodistas en países donde la libertad de prensa está enfrentado condiciones cada vez más adversas», dijo Reiss-Andersen durante la entrega del Premio y aseguró que «Ressa representa la lucha a favor de la libertad de expresión contra el abuso de poder y la violencia que crece bajo el autoritarismo del gobierno de de su país de origen (Filipinas). La periodista filipina ha documentado a través de su portal digital Rappler, fundado en 2012, cómo las redes sociales son utilizadas por el gobierno de Duterte para difundir ‘fake news’ o noticias falsas y manipular los discursos públicos.
En 1993, Dmitry fue cofundador del bisemanario ruso ‘Nóvaya Gazeta’, un periódico independiente, donde trabajó la periodista asesinada, Anna Politkóvskaya. Dmitry lleva 24 años siendo el Editor en jefe de esta publicación que se ha convertido en una importante fuente de información sobre aspectos sensibles para la sociedad rusa. Desde su aparición, ‘Nóvaya Gazeta’ ha sido víctima de hostigamientos, amenazas y violencia por publicar temas sensibles para el Gobierno ruso sobre casos de corrupción, violencia, fraude electoral y el uso de fuerzas militares rusas dentro y fuera del país. Seis de sus periodistas han sido asesinados hasta la fecha.
De las 329 candidaturas presentadas este años, los grandes favoritos para recibir el galardón eran los defensores de la libertad de prensa, la oposición bielorrusa, la canciller Angela Merkel y la activista por el cambio climático, Greta Thunberg, que ha sido nominada los últimos tres años.
El año pasado fue asignado al Programa Mundial de Alimentos (PMA) por proporcionar asistencia alimentaria a millones de personas en todo el mundo, a menudo en condiciones muy peligrosas y de difícil acceso. Y en 2019, al primer ministro etíope Abiy Ahmed por sus reformas y un histórico acuerdo de paz con el país vecino Eritrea.